Dibujos serpenteantes en la arena con los dedos de los pies, salpícame con el agua, «papá otravez!!», cuando me coges en brazos me haces volar.
Pero qué deprisa crecen estos pequeñajos. Ellos son una super familia que de vivir la vida saben un rato. Una familia a la que conozco bien y con la que cada cierto tiempo me encuentro para congelar sus momentos vitales.
LLevo fotografiando a Hugo y Alejandra desde que estaban dentro de su madre, verlos crecer y descubrir en qué personitas se están convirtiendo es un gustazo.
Ellos saben que están llenando su caja de recuerdos. Hicimos su sesión de fotos de familia en su segunda casa, la playa. Qué subidón da pensar que pase el tiempo que pase siempre van a poder volver a estos momentazos, sin desgastarlos.